Es un sistema terapéutico que, por medio de la aplicación de imanes, de una potencia de al menos 1000 Gauss y polaridad opuesta, en puntos específicos del cuerpo busca restablecer las condiciones óptimas de salud del organismo.
Es un procedimiento físico que detecta, por medio de imanes de mediana intensidad, las alteraciones fundamentales del pH (potencial de hidrógeno) de los órganos internos del cuerpo humano.
Su definición, en palabras del Dr. Goiz: “El Biomagnetismo es la corrección del pH por medio de los campos magnéticos”.
El uso de los imanes en la búsqueda de la salud humana no es algo nuevo, existen referencias históricas de siglos atrás. Entre ellos Aristóteles (siglo III A.C.) o Galeno (siglo II D.C.). El famoso médico Paracelso afirmaba ya en el año 1493: “El Magnetismo es el rey de todos los Secretos”.
Varios Premios Nóbel de Física y Medicina han dejado constancia de la impotancia de los campos magnéticos en el cuerpo humano.
A finales del siglo XX aparecen estudios importantes, principalmente en Estados Unidos y Rusia, sobre el efecto de los campos magnéticos en patologías neurológicas, en la piezoelectricidad ósea, en la regeneración del colágeno, en la reducción del dolor y la inflamación, en la mejora de la circulación sanguínea y linfática, en la secreción de hormonas, en la destrucción de tumores y en la regeneración celular y tisular.
No es hasta 1988, que un médico mexicano, el Dr. Goiz aporta a la ciencia el uso de los imanes en PARES, es decir enfrentando un polo negativo con otro positivo en diferentes localizaciones del cuerpo humano.
Si el ph de nuestro cuerpo se altera, se puede crear un ambiente ácido o alcalino en nuestro organismo que favorece el la proliferación de microorganismos como hongos, virus, bacterias, parásitos, así como disfunciones orgánicas, desajustes glandulares y endocrinos, inflamaciones….
El Par Biomagnético detecta y corrige por medio de imanes las alteraciones de pH de los órganos y tejidos internos del cuerpo humano y al impactar un imán negativo en el punto de alcalinidad y un imán positivo en el punto de acidez, se logra restablecer las condiciones óptimas para su correcto funcionamiento.
Este reconocimiento se efectúa con imanes pasivos (no electrificados ni conectados a máquinas electrónicas), que se aplican en diversas zonas del cuerpo humano. A medida que son reconocidas y confirmadas dichas zonas por medio de un testaje, el profesional aplica un conjunto de imanes en esos puntos durante 15-20 min.
Normalmente los efectos son rápidos, con unas 3 sesiones suele ser suficiente, a razón de una semanal (en algunas enfermedades crónicas puede ser necesario realizar más sesiones de forma periódica). En los casos en los que el paciente no encuentre ninguna mejoría en 2-3 sesiones, recomendaremos cambiar de enfoque terapéutico o derivar a otro profesional.
El Par Biomagnético puede ayudar a resolver casos de disfunciones y enfermedades que van desde las más comunes hasta las más complejas, pero las más frecuentes
suelen ser:
Problemas digestivos | Patologías de la piel | Patología respiratoria |
Herpes | Migrañas | Patología musculoesqulética |
Procesos infecciosos | Problemas ginecológicos | Cándida |
También puede ayudar a corregir el mal funcionamiento de glándulas y disfunciones orgánicas.
Conviene mencionar que en algunas ocasiones se detectan problemas antes de que hayan manifestado su sintomatología, siendo entonces una terapia preventiva.
Este proceso nos llevará a un equilibrio y una autorregulación del organismo, lo que provocará una recuperación de la salud de forma paulatina, siempre y cuando el órgano o tejido afectado no haya sufrido un proceso de degeneración irreversible.