Cuando nos encontramos mal o tenemos algún problema de salud a menudo intentamos eliminar o “ camuflar” los síntomas o reacciones de nuestro cuerpo. Esto con frecuencia puede provocar que a la larga se altere el problema o se refuerce. El cuerpo solo crea lo que le es necesario para su protección o supervivencia.
El Método Gesret es una terapia manual no dolorosa y aplicable a bebés, adultos y personas mayores. Se busca equilibrar articularmente todo el cuerpo de la persona consiguiendo un equilibrio tanto externa como internamente regulando el Sistema Nervioso Neurovegetativo del paciente. Así conseguimos actuar sobre todo sobre problemas respiratorios y cutáneos como PSORIASIS, ASMA, ECZEMAS, ALERGIAS,...
Desde la muerte de su hijo Franck en 1974 - el día de su décimo cumpleaños, como consecuencia de una crisis de asma, Jacques R. Gesret ha dedicado todo su tiempo a investigar las causas de esta patología que cobra, solo en Francia, más de 2.500 vidas por año.
Durante diez años, se dedicó a aprender anatomía, acupuntura y auriculoterapia. En 1984, hizo su primer descubrimiento sobre los mecanismos fundamentales que intervienen en los desajustes del sistema inmunológico. Fue entonces que abrió su consultorio en Bayona, Francia. Durante muchos años se dedicó a mejorar su método y a comprender los mecanismos nerviosos implicados en su manipulación.
En 1996, el fruto de sus esfuerzos fue recompensado por la publicación de su libro: "Asma - Investigación Fundamental. Nueva Terapéutica de las Patologías del Sistema inmunológico". En 1997 publicó un segundo libro: "Acupuntura y Osteopatía: Verdad Neurofisiológica". Desde 1985 sus trabajos de investigación han sido regularmente depositados y están disponibles para consulta en la Bibliothèque de la Académie Nationale de Médicine à Paris, en la Bibliothèque Nationale de Paris y la Bibliothèque Nationale de Bordeaux.
El método Gesret se creó principalmente para tratar el asma, pero con el tiempo se observó que también se obtenían resultados sorprendentes en patologías cutáneas (psoriasis, eccema...) y en alergias de todo tipo (de reacciones exógenas y endógenas). Al equilibrarse articularmente el cuerpo también es muy efectivo para múltiples problemas estructurales (cervicalgias, dolores de hombro, hernias discales,...).
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Una inflamación es una respuesta de autodefensa y nunca una causa en sí misma. Patologías como el asma, la psoriasis, las alergias,… son reacciones normales del organismo como respuesta a supuestas informaciones anormales (“informaciones fantasma") que provienen del sistema nervioso. Las informaciones "fantasma" más conocidas son las del infarto (el dolor del corazón es percibido en el brazo izquierdo), o aquéllas de las personas que aún "sienten" la presencia de un miembro amputado. Estas confusiones pueden ocurrir cuando un mensaje anormal llega a un ganglio nervioso al que llegan igualmente informaciones viscerales, musculares, articulares o cutáneas. Si durante su trayecto se irrita una fibra nerviosa o ganglio, por un traumatismo físico o un complicado parto por ejemplo, las sensaciones son percibidas como la intrusión de un agente externo que está intentando acceder a órganos internos (digestivo, pulmonar, cutáneo,..). En el caso del asma, la psoriasis,… estas informaciones anormales son producidas por subluxaciones articulares de algunas costillas que pueden comprimir los ganglios del sistema nervioso simpático.
El Sistema Nervioso Central responde a estas falsas informaciones como si fueran verdaderas. Esta respuesta puede ser un espasmo pulmonar, algún síntoma alérgico o patología cutánea. Cada nivel costal está relacionado con patologías concretas y por eso según qué nivel costal este subluxado, la respuesta será diferente.
El cuerpo compensará también desequilibrando otras zonas como la pelvis (verdadera o falsa pierna corta), la columna vertebral,… creando así patrones de desequilibrio estructural que podrán causar también otros problemas como cervicalgias, lumbalgias, …